El pasado martes, 24 de octubre, el equipo rectoral de la Universidad de Extremadura informó a la Comisión de Planificación Académica, donde están entre otros todos los directores y decanos de los Centros y Facultades de la UEx, su intención de cerrar la titulación de Grado en Ingeniería en Geomática y Topografía.
Este cierre se llevaría al Consejo de Gobierno del 8 de noviembre donde, se supone, se avalaría por sus componentes y cuya consecuencia sería que ya no se ofertaría como opción para matricularse en el próximo curso académico 2018-2019.
Desde nuestro punto de vista, esta decisión es un enorme error porque genera problemas nuevos de trascendencia, sin solucionar ninguno de los realmente existentes. Nuestros argumentos en contra son los siguientes:
- Se trata de una titulación con atribuciones profesionales, es decir, imprescindible para trabajar como profesional de la topografía.
- La profesión regulada de topógrafo no es prescindible ya que interviene, por solo poner unos ejemplos, en la obra civil que se lleva a cabo por parte de la distintas Administraciones Públicas, así como en la gestión catastral y de la propiedad, con una relación directa con las oficinas del Registro de la Propiedad y del Notariado.
- La profesión de topógrafo tiene una baja demanda actualmente, pero esto se debe a la situación de crisis económica, entendemos que coyuntural, que comenzó en el año 2007 y de la que ahora nos estamos recuperando. Esta crisis motivó la caída de la obra pública y con ello la demanda de matrículas. Las previsiones actuales son que esa oferta de obra comienza a subir y, según las últimas previsiones, lo hará en los próximos años. De hecho, otras titulaciones que pasaron por momentos críticos, como Matemáticas o Física, se han recuperado.
- La pérdida de una titulación como esta no es fácilmente recuperable ya que volver a ponerla en marcha, con el sistema actual, puede llevar dos o tres años. Durante este tiempo, otras universidades con más visión captarán todos los alumnos mientras que la UEx estará inmersa en la inmensa burocracia que una titulación nueva conlleva.
- Actualmente, la titulación de Topografía acaba de superar una acreditación oficial que ha considerado que cumple los estándares de calidad y que puede seguir siendo impartida como título oficial durante 3 años más.
- Es absurdo desperdiciar esta acreditación y todo lo que conlleva en vez de valorarla y aprovecharla hasta su renovación.
- A todo los anterior se une que se trata de una titulación de coste casi nulo ya que la gran mayoría del profesorado, de gran experiencia, es funcionario y es un recurso permanente de la UEX que, en nuestra opinión, debería aprovecharlo. El ahorro derivado de su cierre es, esencialmente, cero.
- Por las razones anteriores, otras universidades han considerado inoportuno el cierre de esta titulación, a pesar de tener el mismo problema de bajo número de alumnos, y han decidido sostenerla a medio plazo. Estas universidades serán las que estén en primera línea cuando la profesión comience, probablemente a corto plazo, a ser demandada de nuevo. La UEx tendrá, en su caso, que ponerse a organizar el título como si fuera nuevo, probablemente con todo el material docente obsoleto, proceso que durará al menos dos años, como comentábamos arriba. Sirva de ejemplo, la entrevista realizada en el 2015 al Rector de la Universidad Politécnica de Madrid y que aparece en el boletín informativo de marzo del 2015 del Colegio Oficial de Ingeniería Geomática y Topografía.
- Mérida, en concreto, oferta en este momento cinco titulaciones de Grado (cuatro ingenierías y enfermería) con lo que el cierre de una de ellas, única en Extremadura y además con atribuciones profesionales, supondría una pérdida muy significativa en el Centro Universitario.
- Históricamente, los estudios de Topografía llevan impartiéndose en Mérida desde hace 36 años (fue la tercera Escuela de Topografía de España) con lo que su cierre supone un hito negativo de especial significado para la ciudad.
Por todo lo anterior, proponemos una alternativa que se resume en aplicar una moratoria al cierre de la titulación hasta que la actual acreditación se extinga (tres años). Durante el primer año, se finalizará una propuesta de modificación de la titulación, ya iniciada hace unos meses, para adaptarla a las demandas que empiezan a surgir y que supondrán una mejor cualificación profesional.
En cualquier caso, hemos argumentado que el cierre de este Grado no conlleva beneficios y sí, en cambio, varios problemas de importancia y difícilmente subsanables en el futuro. Por todo esto, nuestra opinión es que sería un error estratégico que la UEx y la sociedad extremeña no se pueden permitir.
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